 
El día había estado tétrico, sombrío, el frío calaba los huesos, ponía la sangre fría a cualquiera que se encontrara no sólo en la ciudad sinó también en la cordillera.
Yo miraba por mi ventana, llovía y a medida que pasaban las horas la nieve bajaba hacia la base de la montaña, poniéndola blanca y majestuosa. De pronto un rayo de sol iluminó mi panorama y la visión se convirtió en una contemplación. Corrí a buscar la cámara fotográfica para dejar plasmado no sólo uno, sinó 2 ArcoIris que se asomaban detrás del vidrio. 
Estaban ahí, frente a mis ojos. Era como si estuviera viendo doble. Que maravilla pensé...era tan puro, un mosaico perfecto, transparente. Daban ganas de tocarlo, de subir a través de él y ver si está la olla con oro resplandeciente al final del arcoiris como cuenta la leyenda. 
 Fué una alegría antes de despedir el día, una imagen, un trozo de vida para ser vivido.   
Dejo una reseña acerca de qué es y porqué se forman: 
El ArcoIris es un fenómeno 
óptico y 
meteorológico que produce la aparición de un espectro de 
luz continuo en el 
cielo cuando los rayos del 
sol atraviesan pequeñas partículas de humedad contenidas en la 
atmósfera terrestre. La forma es la suma de un arco 
multicolor  con el rojo hacia la parte exterior y el violeta hacia la interior.  Menos frecuente es el arco iris doble, el cual incluye un segundo arco  más tenue con los colores invertidos, es decir el rojo hacia el interior  y el violeta hacia el exterior. Comúnmente se suele aceptar como 7  los colores (descomposición del color balnco) 
rojo, 
naranja, 
amarillo, 
verde, 
azul, 
añil y 
violeta  producto de la descomposición de frecuencias de la luz.
Cuando la luz solar incide sobre las gotas de 
lluvia, éstas se encargan de producir tal efecto, pero en algunas mucho más que en otras con un ángulo de salida de 138 grados, es por esto que la luz no se refleja  exactamente hacia su origen. Esto hace posible que el arco iris sea  visible para nosotros, que solemos encontrarnos exactamente entre el  Sol y la lluvia. De manera que siempre, si nos colocamos de frente a un  arco iris, el Sol estará detrás de nosotros.
Los diversos tamaños y formas de las gotas afectan la  intensidad de los colores del arco iris. Gotas pequeñas hacen un arco  iris pálido y de colores con tonalidades pastel; gotas grandes producen  colores muy vivos. Además, las gotas grandes son aplastadas por la  resistencia del 
aire mientras caen. Esta 
distorsión ocasiona que el "final" del arco iris tenga colores más intensos que su inicio. Es importante notar la 
altura del 
Sol  cuando uno observa un arco iris, pues es algo que ayuda a determinar  qué tanto alcanza uno a ver de él: cuanto más bajo se encuentre el 
Sol, más alta será la 
cresta  del arco iris y viceversa. Alguien que pueda elevarse un poco sobre la  superficie de la Tierra, se daría cuenta de que ciertos arcos iris  continúan por debajo del 
horizonte.  Quienes escalan montañas altas han logrado ver en ocasiones una buena  parte de arcos iris circulares completos. Pero ni siquiera las montañas  poseen la suficiente 
altura como para poder llegar a observar un arco iris circular en su totalidad.